La vicepresidenta de la Universidad Popular, Isabel Lozano, ha visitado las obras de habilitación de la Universitat Popular (UP) de Benicalap. Este proyecto lleva en marcha cinco semanas, y se prevé que finalice el próximo 17 de octubre. Actualmente ya se han llevado a cabo todas las demoliciones pertinentes y se ha construido el 50% del tabique interior de la primera planta, que tiene como función el aislamiento térmico y la mejora de la eficiencia energética. También se han llevado a cabo todos los refuerzos estructurales y del tejado previstos.
La obra, que está valorada en 745.227 euros, reforma por completo el edificio: una casona situada en una parcela de 2.080 metros cuadrados dentro del parque de Benicalap. En la planta baja tiene cuatro aulas de grandes dimensiones, destinadas a las enseñanzas de restauración, pintura, artesanía e idiomas. Asimismo, tiene salidas al exterior, donde cada una de ellas dispone de una solera de 65 metros cuadrados, lo que permite desarrollar –cuando la climatología sea favorable- las actividades también en el exterior, con la finalidad de utilizar el espacio ajardinado que envuelve al edificio.
Lozano ha destacado que «después de la visita a las obras de remodelación integral de la UP de Benicalap, podemos decir que van a muy buen ritmo. Estamos muy contentos por lo que supondrá para ese centro, que amplía su capacidad de su espacio en un tercio y que posibilita que hayan aulas mucho más grandes y epacios más grandes, que posibilitarán la realización de actividades culturales y sociales por parte de cualquier entidad y asociación, y dinamizará la actividad y vida en ese centro. Por otro lado, adaptamos el edificio a la normativa de accesibilidad y eficiencia energética».
En la primera planta se dispone de dos aulas. Esta planta «tiene vocación» de espacio sociocultural con una sala de grandes dimensiones capaz de albergar diferentes actividades, complementada con una segunda aula. Las dos aulas tienen tres orientaciones diferentes y una «gran luminosidad».
El proyecto de rehabilitación dota al edificio de aulas más amplias; a destacar la del primer piso, de 160 metros cuadrados, que puede acoger actos sociales y culturales con un aforo para 80 personas. Para hacer realidad este centro, se realizará la demolición completa de toda la distribución interior del edificio para adecuar los espacios a nuevas aulas en función de la actividad a desarrollar en cada una de ellas. También la demolición de la escala existente para adaptarla a dimensiones que faciliten su uso. La escala está situada al interior del inmueble y conecta la planta baja con la primera planta. Además, se instalará un ascensor adaptado a personas con movilidad reducida que comunique la planta baja con la primera planta.
Por otro lado, se ha previsto la redistribución de las dos plantas para adaptarlas a la normativa vigente y a su vez optimizar el espacio docente en el centro, obteniendo un total de seis aulas, un almacén, un despacho de dirección y los núcleos necesarios de lavabos en cada una de las plantas. Todas las zonas reformadas incorporan puertas de paso que cumplen con las exigencias mínimas de accesibilidad.
Otro punto importante es la eficiencia energética de las instalaciones. La reforma se ha diseñado para que el edificio reduzca el consumo de energía convencional y, como consecuencia, las emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes, atmosféricos, mediante la utilización de sistemas eficientes energéticamente, cumpliendo los requisitos de la recuperación de energía.